Permíteme ser franca contigo…

… el mundo mágico no es un paseo en el parque. Es caótico, inesperado, rebelde. A veces te agarra desprevenido, te quita el sueño y te lanza a crisis de identidad más profundas que cualquier hechizo.

Pero, ¿sabes? a pesar de todo, es lo mejor que me pudo pasar en la vida.

La magia y la brujería no se tratan solo de pociones burbujeantes y varitas mágicas. Es enfrentarse a lo inesperado con una sonrisa y decirle al caos que te traiga su mejor juego. Es abrazar las noches de insomnio como oportunidades para explorar los rincones más profundos de tu ser.

Claro, hay momentos en los que la magia te cuestiona, te desafía y te lleva al límite. Pero también te regala esos instantes de éxtasis, esos destellos de luz en medio de la oscuridad.

La magia no siempre sigue las reglas del mundo convencional. Puede hacerte reír, puede hacerte llorar, pero siempre te obligará a sentir. Y, sinceramente, creo que sentir es la verdadera esencia de la vida.

Así que, sí, el mundo mágico puede ser un torbellino, pero también es un recordatorio de que la vida no siempre sigue guiones preestablecidos. La magia nos desafía a aceptar lo incontrolable y a encontrar nuestra fuerza en medio del caos.

No puedo prometerte que cada día será fácil, pero puedo asegurarte que cada día será mágico. Así que, ¿qué prefieres: una vida ordenada pero monótona, o una vida mágica, caótica y llena de sorpresas? La elección es tuya. Y recuerda, la magia está en cada uno de nosotros, solo debes estar dispuesto(a) a encontrarla.

Atte. Merlina Verruckt